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Tras la estela del Graf Spee

 

10/07/06

Estimado Señor General:

Mi nombre completo es Guillermo Sánchez Kaltenbrünner. Soy de Córdoba capital y un asiduo visitante de Villa General Belgrano. Tal vez Ud. haya conocido a un íntimo amigo que falleció en 1994, llamado Gustavo Alberto Burghardt, quien vivía con su abuela (Agnes) en Santa Rosa de Calamuchita...

Bueno, si lo conoció, no debo agregar mucho más, podrá deducir ciertas características de mi pensamiento.

Soy Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales y Lic. en Filosofía. Acabo de concluir la lectura de uno de sus libros: "Tras la estela del Graf Spee" de Editorial Edivérn, y no tengo más palabras que FELICITARLO, manifestarle mi agradecimiento y admiración, mi orgullo de que nuestra Patria Argentina tenga entre sus filas a un militar como Ud. Gracias, mil millones de gracias.

Hace once años que trabajo como Profesor en la Escuela de Aviación Militar y en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, doy clases de Filosofía y también tengo participación en cátedras relacionadas con Geopolítica y Estrategia, aquéllas en las que su titular es el Comodoro (R) Pablo Carballo, uno de nuestros máximos héroes de Malvinas.

Soy un ferviente y profundísimo amante de todo lo alemán, lo germánico. De hecho viví seis años en esa bellísima Patria, tan injustamente atacada e insultada.

Me tomo el atrevimiento de enviarle en archivo adjunto mi currículum, para lo que le guste mandar, para que, si puedo servirlo en algo, cuente conmigo mi General.

Un fuerte abrazo.

Muchas Gracias.

Atentamente y con respetuosa admiración lo saluda,

Guillermo Sánchez.


 

2006

Distinguido general:

Con sumo placer he leído hace poco su libro sobre el "Graf Spee" y su señor padre. He aprendido bastante y he disfrutado. Me sorprende que haya sido un éxito en este país y en este momento histórico. Quizás usted pueda comentarme algo al respecto. Me gustaría conocer su opinión respecto a lo siguiente: ¿pudo el acorazado continuar la batalla contra la flotilla inglesa hasta hundir al "Exeter" y algún otro o lamentablemente ello no era posible? Respecto de la colonia alemana, ¿qué sucedió con las instalaciones de la misma, levantadas con tanto esfuerzo por los ex tripulantes? Y algo más general, si usted me lo permite: discrepo con el artista que calificó su prosa de "sencilla", en mi opinión tiene usted un excelente manejo del idioma y un talento literario notable, especialmente teniendo en cuenta su profesión de ingeniero, es decir para ser preciso y correcto, general del Ejército Argentino e ingeniero, lo que me enorgullece, pero convengamos en que la ingeniería no es una fuente de inspiración frecuente para literatos. Me gustaría saber si es posible conseguir sus libros de cuentos. Estoy muy interesado en leerlos, pues me enamoré de su pluma, la que encuentro muy simpática y ágil. General no le quito más tiempo, sólo quería que supiera que tiene un admirador en esta ciudad de Santa Fe, y tendría otro en mi señor padre, si él hubiera podido leer su fascinante libro. Atentamente lo saluda su servidor.

Mariano J. Cervera

 

Estimado Sr. Enrique:

Me dirijo a UD. con el solo fin de felicitarlo por su obra, aunque todavía no la he podido leer por completo debido a que la he comprado en La Villa el pasado fin de semana, y me fue imposible concluirla. Con el debido respeto que una Persona como UD. y su Padre se merecen, me atrevo a pedirle si en algún momento que a UD. le quede cómodo, podría autografiar mi ejemplar. Desde ya que quedo a vuestra disposición para acercárselo al lugar que mas cómodo le quede, yo resido en la capital federal, y no tengo ningún problema en trasladarme. Nuevamente lo felicito, y déjeme decirle lo orgulloso que me siento en saber que en mi patria existe gente como Usted y como lo fue su Padre.

Atte.

Marcelo Patricio Porchetto

 

2006

Sr. Dick Enrique:

Mi mensaje es para decirle que me agradó mucho el libro "Tras la estela del Graf Spee" el cual compré en una librería durante mi estadía veraniega en Villa General Belgrano. Me interesa mucho todo lo relacionado a los barcos y aviones de la segunda gran conflagración mundial tengo bastantes datos técnicos pero con este libro pude tener una visión diferente ya no sea del punto de vista técnico sino del humano en este caso la vida de su padre y su familia y enviarme en un viaje imaginario a esos años y como se vivía. Me compré el libro ya que sabía que el buque poseía un avión Arado. También tengo datos del Bismarck y un modelo a escala en proceso de pintado el cual aún no puedo terminar igual que el avión arado a escala sin terminar. Bueno quisiera despedirme y pedirle si tuviera algunas fotos del buque o avión Arado si sería tan amable de enviarme. Desde ya muchas gracias y vuelvo a felicitarlo por el libro.

PD: mi nombre es mariano tengo 29 años de edad y vivo en Vicente López.


 

26/11/06

Estimado Enrique:

Cuando un libro llega a mis manos y empiezo su lectura, casi de inmediato, me doy cuenta. Este me gusta, este me va a costar leerlo (por pesado, aburrido, muy técnico o lo que fuere. Pero siempre los termino), éste me gusta mucho.

Para este último caso, tengo dos actitudes. La primera, me lo leo casi de corrido en poco tiempo. La segunda, empiezo a “saborearlo”, como las cosas muy buenas (supongo una caja de muy buenos cigarros cubanos), no quiero terminarlo, lo alargo, lo vivo, lo hago y me hago parte de él. Me imagino los lugares, trato de sentir y vivir como cada personaje. Así ha sido con “Tras la estela del Graf Spee”. Me has sorprendido como escritor.

Pero, siempre hay un pero viste. Siento la obligación moral y espiritual de contarte lo que primero me vino a la mente cuando llegué al final de la parte que hace a tu papá.

Te la recuerdo, es al regreso de Uruguay y después de visitar a tu mamá en su descanso,

Decís con una pluma mágica, sutil, emotiva, y por sobre todo humana

Allá en lo alto, una nube encaprichada aún con el viento se extendió acompañando a las serranías, dejando con delicadeza una fina estela opalescente” .

 

18/12/2007

Mi General:

El fin de semana pasado leí el libro que me obsequió. Lo que parecía iba a ser un breve vistazo se transformó –producto del interés- en una lectura completa. Realmente es muy interesante y atrapa al lector porque combina la vivencia personal con una ambientación en tiempo y lugar sobresaliente. Sin lugar a dudas es un relato que todo padre desearía proveniente del propio hijo. Me enteré de un montón de cosas que ignoraba y –aunque omití los detalles de las naves- me asombré de los hechos que sucedieron tan lejos del teatro principal de guerra.

Al cabo de haber convivido dos años con los alemanes pude comprender la fuerza de ese pueblo. Como dato anecdótico tuve oportunidad de conocer Stettin y sus alrededores, tan ligados a la vida de su padre. Y el Agregado de Defensa era por entonces el Comodoro Gruenert.

Me resultó muy interesante la descripción del encuentro de los veteranos del Graf Spee y de naves inglesas. Más allá de posturas políticas, es evidente que la camaradería y el sentimiento que aún entre enemigos de ayer se edifica con el tiempo pude más. Justamente el principio de la decadencia de un ejército aparece cuando valores como la camaradería son desplazados por influencias de la política con minúsculas.

Herzliche Glückwunsche Herr General

Atte

Cnl HUGO PATRICIO PIERRI

 

Quilmes, 23/12/2007

Estimado Sr. Dick, Enrique Rodolfo

He leído con atención el libro por Ud. publicado, el cual me parece muy equilibrado y realmente realiza un rastreo exhaustivo de muchos aspectos como el devenir de los restos del acorazado, inclusive de las lanchas auxiliares.

Me ha sido difícil encontrar material sobre este tema, aunque ahora Internet ayuda un poco. Durante unas vacaciones en Villa Gral. Belgrano tuve la suerte de poder conocer y comprar su libro en el local con el nombre del acorazado. Últimamente pude leer un artículo muy conmovedor escrito por Osvaldo Bayer en una recopilación de su libro “los anarquistas expropiadores “donde cita el texto del Sr. Rasenack y de Millington-Drake.

Mi padre siempre me comentó la favorable impresión que provoco la figura de su capitán en Argentina y me interesó realizar un trabajo sobre el tema de la memoria en un curso que realizo como docente. Esto es una idea embrionaria pero me permite aunar la infantil fascinación que siempre he tenido por las naves, en particular por las más esbeltas como son las de guerra y la hermosura de las líneas en los diseños alemanes en ambas guerras.

Mi contacto con personal de la tripulación es nulo y me padre me comentó de chico que un ingeniero del Spee trabajaba en la cervecería Quilmes, pero eso fue hace muchos años. Me interesaría saber cuándo y dónde se reúnen los ex tripulantes en Bs., As. Y si es posible tener algún contacto con el Sr. Rasenack, aunque mis esfuerzos por conseguir su libro han sido hasta ahora infructuosos.

Agradezco desde ya vuestra amable atención a la presente y disculpas si los pedidos son excesivos. Afectuosamente.

Da Milano, Daniel Alfredo

 

25/12/07

Buenas tardes Ingeniero, gusto en saludarlo, recién acabo de concluir el libro que me obsequió un futuro yerno, Tras la estela de Spee, me permito molestarlo para contarle lo mas brevemente que pueda lo siguiente, nací el 24/11/40, la hermana de mi madre mientras me acunaba, comenzó un noviazgo con un marinero del Spee, éstos que estaban internados en Rosario, curiosamente, este marinero era artillero de los 3 cañones de proa como su padre, se llamaba HANS SÖTJE, se casó en el año 1945, yo llevé los anillos el día del casamiento, en sus 25 años de casado, yo me casé, la comida, salchichas con chucrut y Kassler y chopp, mi tío tenía una fiambrería en Rosario, en la plaza Santa Rosa, yo trabajé con él desde los 12 años, para mí fue más que un padre, salíamos juntos, íbamos al cine, yo me recibí de Ingeniero Mecánico, trabajé un año en relación de dependencia para Annan de Pergamino y pedí permiso el 24 y el 31 de diciembre para ayudar a mi tío en la fiambrería (en esos días el trabajo era terrible, comenzábamos a cortar fiambre alemán a las 5 hs. hasta las 22hs). Esto pese a que estaba recibido, era afecto, respeto e idealismo, viví su vuelta a Alemania, en el 46 de forma muy cercana, dentro de la colectividad yo Huguito formaba parte de todas las reuniones para traerlos de vuelta, volvió en el 48, sin nada, pero generó un imperio en su medida, sus tres premisas que signaron mi vida como profesional fueron, no existe nada mas importante para un negocio que el cliente, en un negocio nada es más importante que atender al cliente y por último, la mejor mentira es la verdad porque no es necesario pensar.

Fuimos juntos al estreno de la Batalla del Río de la Plata (James Mason y Peter Finch), al salir, me dijo, Huguito no es verdad, hablaba poco, en su negocio las personas le preguntaban si era alemán, el decía soy correntino, yo como joven usaba su uniforme, era el hijo que no tuvo, cuando se lo usaba para alguna fiesta en especial, me decía que tuviera cuidado por si en la fiesta había un comunista, ya que se iba a poner loco.

Yo siempre le vivía preguntando, cuando trabajábamos, cuando tomábamos el desayuno a las 6 de la mañana, el siempre no decía nada, es mas, siempre expresaba lo mismo, que ellos le prometieron al capitán algo que por supuesto Langsdorff les indicó o instruyó y eso se lo llevó a la tumba.

En la actualidad, por mis ocupaciones con el tiempo quedé lejos de la colectividad, tuve informes que aún viven Block y Paul Baugh, aquí en Rosario.

Le agradezco el libro y su contenido, por los recuerdos, por lo que fue o lo que no fue, creo que mucho por lo que no fue.

Hugo César Bellantig

 

Córdoba, 15 de noviembre de 2007

Estimado Sr. Enrique Dick:

Acabo de leer su libro "Tras la estela del Graf Spee". Siempre me apasionó la Historia, y en el siglo XX, las guerras mundiales y la guerra fría. De jovencito leí "La batalla del Río de la Plata" de F. W. Rasenack. Después, cada tanto, alguna noticia periodística, verdadera o falsa, sobre los marinos del Graf Spee: algunos se establecieron en Villa General Belgrano, Necochea o La Cumbrecita, que tenían un aeródromo secreto en La Cumbrecita, que del Hotel Edén se transmitían mensajes al Reich, o que algunos alemanes tenían un sistema para ganar en la ruleta en Mar del Plata. Pocas noticias que se diluían en el fárrago de información y sucesos de la vida. Siempre viví en Córdoba, una vez fui a la fiesta de la Cerveza y también a la Cumbrecita, pero casi no conocía la "Villa", pues como se extiende a un costado de la Ruta provincial 5, uno pasa de largo para Santa Rosa o Embalse. Pues bien, hace poco decidí pasar un fin de semana en Gral. Belgrano. La pasé muy bien, lindo el pueblo, bien la atención de la gente. Y me sorprendieron algunas referencias al "Spee", un tema que tenía casi olvidado. De vuelta a casa, cuando podía entraba en internet buscando referencias a Villa Gral. Belgrano. Nuevamente, en sitios, se hablaba de los ex marinos. Me "picó", seguí buscando en la web, y fue saliendo a flote de mi olvido el Graf Spee. Así di con su libro. No fue fácil hallarlo en las librerías de Córdoba, aparte de su obra no conseguí nada sobre ese navío, como no ser algún fascículo en librerías de viejo. Recordé lo leído en aquel libro del capitán Rasenack, y me sorprendí enterarme que vive aún en La Falda. Sr. Enrique, estoy muy agradecido por la narración que Usted hace de su padre y el Graf Spee. Parece que en nuestro país casi no hay libros sobre un hecho tan apasionante que algo afectó nuestra historia y la del Uruguay. Atentamente:

Carlos Soria


 

2008

Estimado Enrique:

Desde ya, muy agradecido por su repuesta e información. Le comento que cuando estuve en la Villa, principios de septiembre, me hospedé en el "Rancho Grande", por un día. Fue de casualidad, estaba buscando un lugar y me gustó ese. Ya no pertenece a la familia Küfer y no funciona como hotel, pues no hay servicio de restaurant, solo sirven el desayuno. Pero la atención es buena y el lugar es magnífico, con el arroyo al fondo. Cuando retiraba mis cosas de la habitación, leí un poco un folletito donde se contaba de don Antonio Küfer. Al salir, la chica de recepción me dio otro folleto del hostal. Ya en casa, leí que el techo del comedor fue hecho por un marino del Graf Spee. ¡Estuve tomando el desayuno y ni me fijé en el techo de madera! Así también vi que a una cuadra de allí, por Avenida Gral. Roca, había un negocio de construcción y hogar llamado "Enrique Dick y Cía.". Lógicamente, un turista como yo ni preste atención. Se ve que en la villa "El Sauce" en los años 30 y 40 había más alemanes que criollos y por las calles sería fácil escuchar charlas en alemán. Algo así como las colonias del este de Córdoba y en Santa Fe, a principios de siglo se hablaba en piamontés. Aún hoy, en la guía de teléfono hay muchísimos apellidos alemanes y centro-europeos como checos, croatas, etc. Debe haber pocos lugares así en el país. Tengo entendido que también en Córdoba, un contingente de 50 efectivos del Spee fue alojado en el Sanatorio Diquecito (entre La Calera y San Roque) propiedad del Dr. Busse Grawitz. Parece que la Embajada se movió para que los marinos queden cerca de connacionales. Me gustaría saber que fue de la colonia "Capilla Vieja" después de la repatriación, y en qué lugar estaba. Me parece que era más bien cerca de Los Reartes, aunque los muchachos se irían a los bailes del Sauce por una cuestión de afinidad. Sin más, le saludo muy atte.

Carlos Soria

 

2008

Hola, Enrique, ¿cómo le va? El domingo hice una escapada hasta la Villa, fui por Los Reartes (ahora todo el camino detrás de Los Molinos está pavimentado) y llegué, costeando el río hasta la colonia del IOSE. Hay una tupida arboleda, no se puede ver los edificios, no se permite entrar a los no afiliados. El camino desde el puente es bastante áspero, le pegué una fregada a mi autito. Hay indicaciones para llegar, y estaba por donde yo pensaba, no sé si hay otra entrada por el otro lado, empalmando con el camino Villa General Belgrano - Athos Pampa. Cerca del Centro de la Villa observé la Plaza Conmemorativa del Graf Spee. Detrás del pedestal hay una placa de piedra con los nombres de los caídos. Ha sido cubierta con pintura blanca. No entiendo por qué. Respecto del Anexo "Conviene o no reflotar los restos del Spee", estoy plenamente de acuerdo. No se debe hacerlo. Además, van a florecer negocios paralelos: por todas partes se van a vender bulones y tuercas de Graf Spee, convenientemente oxidados, ¡y hasta remaches! Con toda la tecnología de hoy, es más inaccesible que el Titanic, y peligroso en su lecho de misterio. Que el Graf Spee siga navegando por los mares de la leyenda. Hasta pronto, Feliz Navidad y Año Nuevo.

Carlos Soria

 

20/3/10

Señor Enrique Rodolfo Dick:

Le escribe un compatriota de Clase 43. Visité Córdoba en Mayo de 2008, teniendo una idea aproximada de lo que encontraría en Villa General Belgrano; a pesar de eso, el estar ahí, rodeado del "milagro" que fuerzan las razas pioneras, mi buena disposición y afecto se transformaron en admiración por ese oasis en el semi desierto cordobés, y en los luchadores natos que lo hicieron posible. Caminando por Roca, vi en vereda una propaganda: "Graf Spee"; con cierta emoción miré hacia el local comercial correspondiente a esa vereda y leí: "Graf Spee"......, y en vidriera, entre otros, estaba el libro "Tras la Estela del Graf Spee", de autor no conocido por mí. La amable Señora que asistió mi interés, me puso al tanto de quién era el autor, y de cuáles eran sus raíces. Hace casi dos años que repaso, como si fuera primera lectura, las partes que me han tocado más fuerte. Desde un principio tuve intención de contactarlo; no lo hice para evitar molestarlo; pero tampoco tengo derecho a reservarme toda la emoción adquirida a través de su relato, sus descripciones, su inmenso amor por sus Papá y Mamá, Hein y Annie, a quienes tengo instalados en mi corazón...., sin hacérselo sabe. Lo considero un digno representante de sus mayores. Desde la altura del Km 34 de la Panamericana, Provincia de Buenos Aires, le mando un fuerte abrazo.

Guillermo Alejandro Nietto Zukowski.

 

15/3/2010

Luego de leer su interesante libro Tras la estela del acorazado "Graf von Spee", me he sentido con la curiosidad de visitar los lugares tan bien descritos. Yo viajé el 2005 a Córdoba, recorrí Alta Gracia y toda la ciudad de Córdoba. Lo encontré muy atractivo e interesante. A mí me gusto de sobre manera su libro, ya que mi abuelo quedo en chile para la 1ª guerra mundial. Quedaron internados en Coronel ya que chile fue un país neutral. Para la 2ª guerra mundial, lo pusieron en la lista negra y quedó sin trabajo, teniendo que renunciar a su nacionalidad de origen. Él era oficial de la marina mercante Alemana y llego a chile en el Rhodopis. Barco de carga y pasajeros que daban la vuelta al cabo de hornos. Pertenecía a la Hamburg Amerika. Pero su ciudad natal era Stettin, que ahora pertenece a Polonia Espero que la presente tenga una buena acogida, para así poder intercambiar ideas con alguien que tiene un pasado similar.

Lo saluda atentamente a Ud. Erwin Kopplin ingeniero mecánico. Su Seguro Servidor ¡Felicitaciones por su libro!

 

19/9/2004

No soy escritor, por ende, lo mío es tan solo para agradecer lo maravilloso de su relato. En TRAS LA ESTELA, DEL GRAF SPEE para mí el excelente relato, que me atrapó, en un tema que sigo desde los 16 años. Simplemente gracias...

RICARDO A. ELIAS ROSARIO.... SANTA FE.

 

5/9/2008

Señor Enrique:

Mi nombre es Nicolás, como le habrá adelantado Sandro. Desde chico mi viejo me ha contado historias de los marineros del Spee que estuvieron en Sierra de la Ventana y como acondicionaron el hotel en donde estaban alojados, y me fue inculcando el gusto por la historia en general. Hace algunos años atrás le compre como regalo su libro. Son de esos regalos que disfrutan el que lo recibe y el que lo regala ya que quería que él lo terminara de una vez para empezarlo yo. A los dos nos gustó muchísimo, de hecho cada tanto le vuelvo a pegar una hojeada. Incluso después de leerlo fuimos a visitar la tumba del Capitán Hans Langsdorff. Hace un tiempo participo del foro de Armas Blancas que es mí otra pasión y me estoy empezando a animar con la forja. Cuando leí un post de Sandro en donde nombraba una nota hecha por usted enseguida le pregunte si era el mismo que había escrito el libro y me tome el atrevimiento de pedirle su mail. Bueno, me dijo Sandro que por ahí va a la Reunión que se está organizando para el 20/9, si puedo asistir voy a llevar el libro así me lo firma. Lo vuelvo a felicitar en mi nombre y en el de mi viejo, nos es muy grato haber podido contactarnos con usted. Un abrazo

Nicolás Ciancio

 

10/7/2006

Estimado Señor General:

Mi nombre completo es Guillermo Sánchez Kaltenbrünner. Soy de Córdoba capital y un asiduo visitante de Villa General Belgrano. Tal vez Ud. haya conocido a un íntimo amigo que falleció en 1994, llamado Gustavo Alberto Burghardt, quien vivía con su abuela (Agnes) en Santa Rosa de Calamuchita...

Bueno, si lo conoció, no debo agregar mucho más, podrá deducir ciertas características de mi pensamiento.

Soy Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales y Lic. en Filosofía. Acabo de concluir la lectura de uno de sus libros: "Tras la estela del Graf Spee" de Editorial Edivérn, y no tengo más palabras que FELICITARLO, manifestarle mi agradecimiento y admiración, mi orgullo de que nuestra Patria Argentina tenga entre sus filas a un militar como Ud. Gracias, mil millones de gracias.

Hace once años que trabajo como Profesor en la Escuela de Aviación Militar y en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, doy clases de Filosofía y también tengo participación en cátedras relacionadas con Geopolítica y Estrategia, aquéllas en las que su titular es el Comodoro (R) Pablo Carballo, uno de nuestros máximos héroes de Malvinas.

Soy un ferviente y profundísimo amante de todo lo alemán, lo germánico. De hecho viví seis años en esa bellísima Patria, tan injustamente atacada e insultada.

Me tomo el atrevimiento de enviarle en archivo adjunto mi currículum, para lo que le guste mandar, para que, si puedo servirlo en algo, cuente conmigo mi General.

Un fuerte abrazo.

Muchas Gracias.

Atentamente y con respetuosa admiración lo saluda,

Guillermo Sánchez.

 

27/5/2008

He acabado las últimas páginas de su libro. ¡Lo felicito! Todo el espíritu de la Alemania -que yo amo profundamente- está reflejado en sus páginas. Me ha emocionado recordando mis años de la Goethe Schule.

Eduardo López García

 

3/1/2007

Sr. Dick:

Me tomo el atrevimiento de escribirle con motivo de haber encontrado hace unos meses, en una librería de Santa Fe, un ejemplar de la última edición de su libro "Tras la estela del Graf Spee"; inmediatamente llamó mi atención el libro y no pude menos que comprarlo.

Soy descendientes de "alemanes del Volga" de Entre Ríos y mi padre siempre nos contaba que conoció a algunos de los marineros del acorazado cuando él trabajaba en Buenos Aires por los años 1944 y 45, obviamente no tengo registro de sus nombres pero siempre nos agradaba escuchar las anécdotas que papá contaba.

Leí atentamente su libro y debo humildemente felicitarlo pues aún para una mujer su lectura es agradable, amena, aún sin dejar de ser conmovedora. Reciba usted mis respetos.

Catalina Fuchs Graf

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